jueves, 31 de diciembre de 2009

Adios (por fin) 2009, hola (con prudencia) 2010

Por fin hemos llegado ya al último día de 2009. Montones de cosas han pasado, graves y menos graves; las bolsas se han recuperado llegando a niveles de las fechas previas al colapso de Lehman Bros., lo que hace que 2009 haya sido un buen año para los inversores. Sin embargo, en la economía real, es dificil encontrar un año peor en datos; PIB que será negativo en un entorno del 4%, inflación cero o posiblemente negativa, un déficit público que rondará el 7%, un déficit por cuenta corriente (en este caso, buena noticia) que está bajando un 50% interanual, llegando al 5% sobre el PIB y, lo peor de todo bajo cualquier punto de vista, por los dramas personales que engloba,unas cifras de paro insoportables, que doblan a todo el mundo civilizado y que pueden poner la situación social en unos niveles peligrosos en breve plazo.

El paso de año normalmente provoca algo de nostalgia, pero tal y como estamos ahora es un alivio. Personalmente, en mi terreno profesional, creo que hemos sorteado con acierto bastantes obstáculos que se nos habían plantado en mitad del camino a lo largo del año, y que nos esperan en 2010 importantes retos en el terreno de las refinanciaciones principalmente (vemos día a día como se están cayendo algunas realizadas no hace ni un año...), pero también en lo que se refiere a la financiación bancaria (captación de fondos, recurso al BCE, que va cerrando grifo), en el mantenimiento de márgenes (imposible a los tipos actuales, después de la bajada radical del euribor de 2009) y en la repetición o crecimiento de beneficio: el calendario de provisiones nos aprieta ya, recibiéndonos el día uno de enero con unas cifras de escándalo, a las que habrá que añadir (muchas) provisiones específicas y (creo que pocas) provisiones genéricas, en un año en que crecer en inversión va a ser prácticamente imposible por el negocio tradicional.

2010 debe ser el año de las fusiones. El componente político de la gestión de las Cajas ha resistido hasta el momento los envites del BdE, pero, a medida que conozcamos los resultados y las sorpresitas de 2009 este proceso se debe acelerar. Personalmente, creo que en 2010 también se deberá ir pensando en fusiones en la Banca mediana, y esto lo llevará de la mano, con mayor rapidez, la evolución real del negocio.

2010 va a ser un año crucial en el futuro y la ordenación del sector bancario, que debe ajustarse a la economía actual y a las perspectivas de futuro, tras un 2009 de resistencia, apaños y patadas a seguir. Va a ser apasionante, y espero personalmente que a final de año lo pueda contar como ahora, desde mi agotador puesto de trabajo en mi amado Banco.

A nivel superior, mi principal preocupación: la evolución de los paises periféricos del euro, los Pigs, el Club Med o como queramos llamarnos. La situación de Grecia es preocupante (buenísimo el artículo de Mark Gilbert en Bloomberg), la postura de los países centrales yo también creo que es claramente contraria a prestar ayuda a los que no hacen sus deberes, y el efecto contagio a otros paises (Portugal, Irlanda, nosotros) es patente. Otro tema apasionante a seguir.

MacroVistazo despide un 2009 no muy prolífico, consecuencia de mis cambios profesionales y geográficos (adios, mi querida Valencia) y también de mi habitual pereza y agotamiento profesional. No obstante, empiezo 2010 con ilusión, he registrado los dominios macrovistazo.com y macrovistazo.es, con el objetivo de hacer una página más seria, constante, informativa y clarificadora. Espero poder seguir adelante con este proyecto, y que tenga mucha menos macro y mucho más vistazo todavía.

Un saludo a mi único lector habitual, es decir, a mi mismo, y, si alguien más se anima, le deseo también un feliz, próspero y tranquilo 2010.

jueves, 5 de noviembre de 2009

Aquí está la debt deflation


Seguimos con las gráficas dramáticas. Aquí está la evolución de la tasa de crecimiento del crédito al sector privado en España, desde 1963, nada menos. Esto es lo que yo llamo una pendiente negativa de verdad; comparadla con la subida del ahorro que incluíamos en nuestro anterior post.

Como se ve a simple vista, en las crisis de los ochenta y en la del 92-94, el crédito llegó casi a decrecer, pero milagrosamente se paró en cero, congelándose.

Ahora si que podemos aplicar lo de "esta vez es diferente", pero para mal: hemos tenido, por primera vez desde que hay estadística, cifras negativas en la tasa de crecimiento, y tal y como apunta la tendencia, la bajada va atardar en moderarse.

Esto es pura debt deflation; para que luego digan que no estamos en deflación. Ya he escrito otras veces que la forma de medir y difundir la tasa de inflación no es válida, pues no se tienen en cuenta los precios de los activos, fundamentalmente de un activo tan importante para las familias como la vivienda. En los años gloriosos crecíamos con inflación moderada, pero la vivienda crecia a tasas anuales imposibles, de la misma forma en que crecía el crédito. Ahora, el crédito privado se desploma, crece el ahorro y la vivienda baja, por ahora no tanto como debería, pero todo se andará.

Con esta tendencia, pronto será exagerada la reducción de endeudamiento privado y el crecimiento del ahorro, y sin crédito, sin transacciones, el precio de la vivienda caerá a plomo.

Cuando a la banca no le resulte tan barato financiar las viviendas que se está quedando, tendrá que venderlas al precio que sea; en ese momento, la vivienda recuperará los precios que nunca debió perder, los bancos podrán volver a prestar y el crédito repuntará.

Creo que esto lo veremos durante 2010 - estaremos atentos.

sábado, 10 de octubre de 2009

El increible cambio del ahorro de las familias


Una de las habituales preocupaciones de MacroVistazo es la evolución del déficit por cuenta corriente de nuestro país, que en los últimos años ha sido el más elevado en porcentaje sobre el PIB de los principales países mundiales, por encima del 10%, y el segundo en valor absoluto a nivel mundial, sólo superados por el monstruoso déficit estadounidense.

La incansable propensión al consumo, el enorme déficit comercial provocado por la pérdida de competitividad, el aumento de endeudamiento financiado con dinero exterior y el bajo ahorro familiar, que nos llevaba a endeudarnos fuera sin descanso, nos llevaron a todo esto.

Ahora todo está cambiando; las importaciones descienden a pasos agigantados mientras el sector exportador tiene un mejor comportamiento relativo, el consumo desciende, la deuda del sector privado, sobre todo de las familias, también, y el ahorro aumenta exponencialmente.

Como admirador que soy de las gráficas dramáticas, esta semana me ha llamado mucho la atención la evolución de la tasa de ahorro, en el gráfico anterior, que ejemplifica la evolución que he comentado; es la única manera de arreglar lo nuestro, por mucho que duela el recorte de consumo y de actividad que como consecuencia conlleva: las familias somos sabias, sabemos que el camino es ahorrar, bajar deuda y vivir dentro de nuestras posibilidades.
A ver si el Gobierno y las Autonomías se enteran también y recortan su gasto.

jueves, 1 de octubre de 2009

Impuestos

Como la cosa está muy mal el gobierno, que es socialista y no cree en el buen criterio de los ciudadanos y sus decisiones personales , decide reactivar la economía gastando, con lo que el déficit llega en un año al 10% del PIB.

A pesar de que el endeudamiento público es relativamente bajo con respecto a los países de nuestro entorno, el gobierno sabe que tiene que intentar reducir el déficit, y antes de enfrascarse en una lucha complicada con socios autonómicos, barones regionales y ayuntamientos afines o no, tira por la vía fácil y decide subir los impuestos de la forma más regresiva: sube el IVA y penaliza el ahorro gravándolo más, yendo así en contra de las necesidades del país.

Un alcalde megalómano, que ha convertido a la capital de España en el Ayuntamiento con más deuda bajo cualquier parámetro, al que el gobierno ha negado el permiso para sobrepasar otra vez los límites legales de endeudamiento, y que como fin de fiesta quiere conseguir unos Juegos Olímpicos a cualquier precio, llega a la misma conclusión: en lugar de cortar y equilibrar el gasto, se inventa una nueva tasa, en este caso de recogida de basuras, para tcontar con nuevos recursos. Para ello, no duda en cobrar hasta a los propietarios de trasteros o garajes, indiscriminadamente, y nuevamente sin progresividad alguna.

Como resultado, montones de gente, paga las consecuencias. Mis padres y mis suegros son dos parejas de jubilados con pensiones medias. A partir de enero, pagarán más por los rendimientos de sus pequeños ahorros, que por otra parte últimamente apenas rinden. En julio, su cesta de la compra habitual será más cara con la subida del IVA, y los pisos y plazas de garaje que con tanto esfuerzo compraron cuando estaban en activo harán que tengan que pagar una cifra importante para ellos, del orden de un 15% de sus ingresos, en el mes que tengan que pagar la nueva tasa de basuras.

Tendrán menos renta disponible sin haber hecho nada; menos ahorro, menos gasto. Multipliquemos esto hasta el infinito, familia a familia: ¿a quién benefician las subidas de impuestos, estaremos mejor globalmente después? Yo tengo claro que no.

Siempre es más fácil exprimir a la clase media que organizar un sector público desbocado. Nunca se buscan soluciones valientes, se perpetúa la enfermedad en lugar de atajarla. Siempre es lo mismo: son una pandilla de ineptos.

jueves, 17 de septiembre de 2009

Deflación en los USA

Continuando con su habitual discurso, Ambrose Evans-Pritchard, uno de mis favoritos, ha publicado en Daily Telegraph un inquietante artículo en el que indica que el crédito bancario en los USA ha descendido un 14% en los últimos tres meses (entiendo que lo que ha descendido es la cifra de nuevo crédito concedido, es imposible que sea la cifra neta).

También menciona que la M3 americana está descendiendo un 5% anual; contando con los enormes paquetes de estímulo y la política de quantitative easing, esta cifra parece increible.

En Europa, hemos localizado que la M3 crece al 3%; aún nos parece cercano el tiempo en que la M3 crecía muy por encima del 10%, sin que el BCE pudiese hacer nada para impedirlo. En la misma página se indica que el crédito doméstico europeo crece sólo al 3%: tampoco están lejos los días en que crecía en el entorno del 20%.

Nos gustaría saber cómo está el tema de la M3 en España, pero este dato nos tememos que es imposible de obtener desagregado del resto de la eurozona.

En cuanto al crédito, el Banco de España nos dice que en julio de 2009 el crédito a los sectores no financieros está creciendo al 5,4%, con la bestial diferencia de que el crédito al sector público crece al ¡35%!, el crédito a las familias al ¡0,2%! y el de las sociedades no financieras al 2,4%.

Y en esta última cifra, habría que ver qué parte corresponde a nuevo crédito generado en los procesos de refinanciación por financiación de los intereses de dichos procesos, lo que se dice las trampas al solitario que últimamente estamos acostumbrados a hacernos los financieros.

Seguro que si descontamos esto, el crédito a sociedades está decreciendo.

martes, 15 de septiembre de 2009

Mas refinanciaciones

Llevamos más de dos años en la banca española refinanciando al sector inmobiliario y constructor, como he comentado repetidas veces en Macrovistazo; ante la más mínima esperanza de viabilidad, y a veces ni eso, los bancos estamos dispuestos a reestructurar todo lo posible.

Comenzamos dando carencias de principal de uno o dos años, pasando a largo deuda a corto y dando largos plazos de amortización u operaciones bullet a tres años. Ahora ya damos 4 y 5 años y financiamos los gastos y los intereses, en el más puro estilo zombie, sólo por la esperanza de que un futuro mejor nos permita cobrar lo alegremente prestado.

Ahora se están contagiando de esta enfermedad el resto de sectores. Grandes constructoras, firmas de otros sectores con una mala estructura de balance (era común la confianza en que no había problemma en mantener e incluso conseguir la financiación necesaria cuando fuera) hasta ahora eran lo habitual.

Hoy, en mi trabajo, hemos tenido dos solicitudes que muestran el mencionado contagio: una firma de primera línea y enormes beneficios y reputación del sector de la edición y los media, y una de las acereras principales de España, con sede en Cataluña y actividades en el extranjero, están pidiendo ayuda para reestructurar su balance y aliviar el servicio de la deuda para este año y el que viene.

La actividad y los ingresos han caido tanto que hasta firmas que parecían intachables están revisando sus planes de negocio y pidiendo árnica al sistema financiero. Todo esto es imposible que no nos pase factura en el futuro.

lunes, 14 de septiembre de 2009

Zombies

En El Pais Negocios de ayer incluia una interesante columna firmada por Vicente Cuñat y Luis Garicano, este último uno de los economistas españoles actuales más brillantes y críticos del momento, ambos profesores de la London School of Economics, en el que relataban la situación actual de gran parte del sistema financiero español y el peligro que supone el sostenimiento de empresas destinadas inevitablemente a la quiebra y posterior liquidación simplemente por el miedo a contabilizar en el balance la situación de mora a la que de otra forma se verían destinadas.

En MacroVistazo se ha comentado desde hace mucho tiempo el afan de gran parte de las entidades por llegar a una solución, la que sea, distinta de la contabilización en mora.

Esta pasada semana se ha comentado bastante el famoso informe realizado por la firma inglesa Variant Perception (España es el agujero en el balance de Europa), en el que se realiza una descripción radical pero acertada de la verdadera situación de nuestro sistema.

El pasado viernes cayó, tras casi dos años de esfuerzos infructuosos, la inmobiliaria Nózar, paradigma del funcionamiento del binomio financiero-inmobiliario de estos años. No hay más que echar un vistazo a las posiciones de endeudamiento de la firma en el último año para darse cuenta de la cantidad de activos que la banca le ha adquirido para que el "pille" sea el menor posible. Algunos ejemplos (hay bancos que tienen un 10% de la deuda que mantenían hace un año) darían risa si no fuera por la gravedad del asunto.

Y los activos comprados, a precio de tasación coincidente la mayoría de las veces con la deuda mantenida, se mantiene en el balance sin dotar, sosteniéndola facilmente con los tipos actuales (hoy el euribor año ha vuelto a marcar mínimo, el 1,25%, y, recordemos, el BCE atiende todas las peticiones de financiación a un año al 1%), pero impidiendo que esta inversión, inmovilizada y sin generar nada más que gastos, se destine a otros usos más rentables para el prestamista y, sobre todo, para la sociedad española.

Alguna vez en MV hemos hablado del efecto "crowding out" que el sector inmobiliario ha tenido sobre el resto de sectores productivos españoles; esto, como se puede ver, aún continúa, y va a estar con nosotros un largo tiempo.

Más endeudamiento público

Tal y como mencionábamos en nuestro anterior entrada (hace unos mesecitos ya...), el afan de los estados en mantener en marcha las respectivas economías se está reflejando en un importante aumento de los déficit públicos, actualmente casi en tasas de periodo post-bélico. En el caso español, pasamos en un año de cifras positivas a terminar el ejercicio 2009 por encima del 10% del PIB.

Esto, unido al intenso proceso de desapalancamiento de empresas y particulares, lleva a la sustitución a marchas forzadas de deuda privada por deuda pública. Un colega me comentaba el otro día cómo hay bancos que piden prestado al BCE al 1% para comprar deuda pública con intereses más elevados: el carry trade aparece por todas partes y en cualquier momento.

Sobre esto, hoy hemos leido en El Pais Negocios un artículo de Kenneth Rogoff, antiguo Economista Jefe del FMI, que nos parece muy acertado (como todos los de el autor, dicho sea de paso), en el que menciona el peligro que supone el actual proceso, al sobrecargar de deuda los balances públicos, y la amenaza de default que esto conlleva. Rogoff califica este proceso como la posible futura nueva crisis, y alerta de la posibilidad de impagos de deuda pública en el futuro en caso de que la actual tendencia no se revierta en el futuro más cercano.

Lo dicho, interesante y acertado, merece la pena leerlo y pensar un poco más en ello.

domingo, 21 de junio de 2009

Europa nos lo debe

¿Qué fue primero, la gallina o el huevo? O, llevándolo a nuestro terreno, ¿qué fue primero, el euro o la deuda?

No tenemos duda alguna en MV: el euro nos ha llevado a donde estamos, con un crecimieno desaforado de la deuda del sector privado español que ahora hay que purgar.

El BCE mantuvo los tipos al 2% en años en que nuestra inflación era superior al cuatro, es decir, teníamos tipos de interés reales negativos del 2% e inferiores. Si a esto de sumamos una oferta inagotable de dinero prestado a nuestro sistema financiero, principalmente por una Alemania exportadora, deprimida y ahorrativa, con un enorme excedente de liquidez que colocaba en nuestro país (y en Irlanda, y en Grecia) sin riesgo de cambio, tenemos un cocktail explosivo, como así fue.

Dame liquidez abundante y te encontraré un inversor. El inmobiliario se llevó la parte del león, así como las renovables, los centros comerciales y otras áreas oportunistas. Ahora estamos sobrecargados de deuda, y sin liquidez externa. La deuda de las familias se colocó en un 91% del PIB; inmobiliaria y construcción rondó el 50%.

Y ahora, en medio de la tormenta financiera más importante de la historia, el BCE se sitúa en una posición ortodoxa, más dura que en USA, UK y Japón, con sectores industriales en declive (en España y Alemania la bajada interanual de la producción industrial supera el 20%, y se dice que el uso de la capacidad mundial está ligeramente por encima del 60%), inflación negativa (-0,8% en España, que se ha unido a Irlanda, USA, China, Suecia...) y una bajada brutal del crédito (merece la pena echar un vistazo a estos cuadros del Banco de España, para ver como baja en picado la tendencia del crédito a las famiias (gráfico de la izquierda) y cómo estamos sustituyendo crédito privado por público, escalofriante).

En este contexto, hace falta que el BCE piense en nosotros también; no se puede dejar que el ajuste lo hagamos estrictamente via paro y subida de impuestos para financiar déficits disparados, como no se puede prohibir la insulina a un diabético después de invitarle a pasteles.

Nuestros déficits son sus superávits, estamos todos en el mismo barco. No pueden dejarnos de la mano: tienen que bajar tipos, inyectar liquidez, apoyar políticas conjuntas que fomenten la actividad, suministarnos financiación para ir deshaciendo nuestro problema financiero y reajustar nuestro sobredimensionado sistema.

La culpa no es toda nuestra, ellos nos han llevado a donde estamos, y ahora no nos pueden dejar así, parados y endeudados.

martes, 28 de abril de 2009

El caldo se calienta.

Una Encuesta de Población Activa que casi alcanza los 4 millones de parados, un 16,7% de la población activa en términos desestacionalizados, con un incremento en el primer trimestre de 2009 de 672.000 personas, que supone un crecimiento de más de un 5% sobre el total de activos en un año.

El FMI modifica sus previsiones, calculando un PIB negativo del -3% para 2009, y pronostica mantener la tasa negativa en 2010 y un crecimiento casi flat hasta el 2014.

La primera intervención de una Entidad Financiera por el Banco de España, la Caja de Castilla-La mancha, hace más o menos un mes, sin que hasta el momento se conozca el agujero acumulado (¿mil, tres mil, nueve mil millones?). Se empieza a hablar ya abiertamente de cierre de oficinas, de repliegue a los territorios naturales-

Una tasa de inflación interanual negativa del -0,1%, lo nunca visto en toda la historia, desde que se recoge el dato del IPC, en un país como el nuestro, tradicionalmente"sobrecalentado" a nivel de precios.

Un déficit público que en 2008 cerró al 3,8%, partiendo de tasas positivas en años anteriores, y una proyección de, al menos, el 8% para este año, sin contar con la escandalosa bajada de ingresos que las Administraciones están teniendo este año con el parón de la actividad.

Las matriculaciones de automóviles bajan un 43,5%, la confianza del consumidor está por los suelos, el Índice de Producción Industrial baja un 22%, el consumo de energía eléctrica baja un 10,2%...

Podemos seguir toda la noche. Con el euribor al 1,72% hoy, el crédito nuevo decrece en el año, el desapalancamiento de empresas y familias sigue su curso, la debt deflation está en pleno auge.

El caldo se calienta, y todos nos estamos cociendo poco a poco en este ambiente denso, desagradable, cada vez más insoportable.

miércoles, 18 de marzo de 2009

Krugman nos da la razón

Desde hace tiempo en MacroVistazo defendemos que en nuestro país, sin política monetaria y con el tipo de cambio fijo con respecto a nuestros principales socios comerciales, la única forma de ajustar nuestra competitividad es a través del coste de los factores productivos. Si tenemos en cuenta nuestra falta de flexibilidad y competencia en ciertos sectores (energía, transporte, distribución) y nuestra dependencia exterior en petróleo, gas y ciertas tecnologías y bienes de equipo, prácticamente el único factor que podemos ajustar rápidamente es el precio del trabajo. Al no poder ajustar a la baja los salarios (prácticamene un tabú en nuestro país) el ajuste de costes viene de la mano del paro: ahí están los números de los últimos meses para demostrarlo.

En los años dorados de nuestra incorporación al euro la superinyección de financiación externa a tipos reales negativos ha hecho que España creciera muy por encima de lo que, en circunstancias normales y con nuestra vieja peseta, lo hubiera hecho. Y, mientras nosotros vivíamos nuestro sueño de riqueza, financiación sin límite con coste negativo y perros atados con longaniza, los taimados teutones, a la chita callando, reposicionaban su país dentro de la UE, aumentando su competitividad con respecto a los demás por encima del 30%, ahorraban y exportaban.

Ahora, nos cortan la financiación (ayudados por el shock subprime), nos obligan a tener tipos positivos superiores a los que necesitaríamos, sobrevaloran el euro con su política monetaria "hawkish" y no aumentan sus importaciones, manteniendo todavía restringida su demanda interna. La única solución, pues, como hemos dicho repetidas veces, es rebajar costes, ahorrar, dejar de importar, reducir nuestra deuda (o sustituir deuda privada por pública, como estamos ya haciendo) y pasarlas canutas.

Ha tenido que venir Krugman a Madrid para que se empiece a hablar de esto en las tertulias, los medios escritos y en la red. En su columna del New York Times del pasado lunes 16, lo dice bien claro: sin la posibilidad de devaluar, el único camino hacia adelante de España es el recorte de salarios.

En MacroVistazo nunca hemos escrito claramente a favor o en contra de nuestra pertenencia al Euro, pues, aunque siempre hemos tenido claro que nuestra pertenencia hacía que renunciásemos a nuestra autonomía monetaria, las ventajas eran evidentes, y el avance de nuestro país en estos años es claro. Ahora se dejan ver las desventajas y nuestra dependencia de franceses y alemanes, que, al tener problemas distintos a los nuestros, no van a hacer gran cosa por ayudarnos. Salirse no es una alternativa contemplable, salvo que entremos en default. Entonces ¿que hacer? Krugman dice que el proceso de ajuste en condiciones normales es difícil, y si se tiene que hacer en un contexto europeo de recesión va ser "inconcebiblemente doloroso". Un par de agujeros más al cinturón no vendrán mal, y un tubo de calmantes para aguantar el dolor también nos ayudarán.

lunes, 16 de marzo de 2009

Nacionalización, el tema de moda

Los "sunday papers" de hoy, como decía nuestro amado Joe Jackson en su canción, han estado dándole vueltas al asunto de la nacionalización (o pre-privatización, como dicen en los USA) de la Banca.

En El País Negocios (que a pesar de ser el boletín oficial del Gobierno, es de lectura obligatoria y, en muchos casos, placentera) de hoy se han explayado a base de bien con el tema, contando los casos de Islandia, Bélgica, Alemania, USA y Reino Unido y haciendo una labor prospectiva y creadora de opinión sobre lo que pueda pasar en España.

Y, tan espectacular y radical como de costumbre, en El Confidencial de hoy Jesús Cacho hace una disección de la solvencia del sistema llegando a una conclusión escalofriante: para una posible morosidad de 287.000 millones de euros el sistema cuenta con una capitalización de 173.000 millones, y cuenta cómo hay diferentes tendencias en el PSOE para afrontar el problema, tendentes a mantener las medidas actuales o, directamente, nacionalizando al sector y dejando vivos a los menos afectados.

En los USA parece que va a ser inevitable la nacionalización total de los grandes (BofA, Citi), como está pasando en el Reino Unido (RBS, Lloyds/HBOS) o están preparando en Alemania (Hypo Real Estate).

La contabilización anglosajona, que obliga a contabilizar "mark-to-market" cada trimestre, ha hecho que en estos países afloren más rápidamente los activos tóxicos, los créditos morosos y las pérdidas; en España, con nuestro negocio más tradicional, nuestras benditas provisiones genéricas y el empeño sectorial en minimizar el ratio de morosidad hasta que sea imposible sujetarlo, esto no pasa. Llevamos más de un año sosteniendo a clientes sin futuro, por el simple hecho de que nuestras cuentas sigan saliendo decentes o, al menos, por debajo de la media.

Esta situación, como hemos dicho repetidas veces en MacroVistazo, es insostenible, pues no podemos seguir transformando nuestros balances a base de compras de activos improductivos, de valor incierto, comprados en base a tasaciones que se ajustan a nuestras necesidades y que, sin generar ingresos, tiene gastos de mantenimiento elevados. Y tampoco se puede seguir engordando la pelota crediticia renovando financiaciones imposibles a clientes sin ingresos y sin perspectivas de tenerlos en el medio plazo, y a los que tenemos que financiar hasta los intereses para que no casquen.

Es claro que esto tiene que llegar a algún final. La situación económica cada vez es más complicada (hasta el flamante Nobel Krugman lo dice y habla de nosotros, supongo que no por interés propio, sino aprovechando algunos "bolos" que le han salido por aquí: hay que aprovechar la racha para ganar pasta), y en algún momento tendremos que reconocerlo. No sabemos si los ratios de morosidad reales son del 9 o del 25% (por experiencia propia, nos situamos en el 10% real en este momento) , lo que si sabemos es que no se podrán contener eternamente.

Y en ese momento, el Estado, como accionista de último recurso, interesado en mantener vivo al sector para que éste mantenga vivos al resto de sectores, tendrá que entrar en juego. En MacroVistazo no sabemos cómo ni cuándo, pero no lo dudamos.

domingo, 8 de marzo de 2009

Parálisis Permanente

En la última semana han continuado surgiendo datos que reflejan la situación angustiosa en que se encuentra sumida la economía española; datos como la caída de la producción industrial en un 24% interanual (algo mejor que el dato japonés, pero de los peores de todas las economías occidentales) o la cifra de parados de febrero, que sitúa la cifra total alrededor de los 3.600.000, indican el desplome de la totalidad de sectores económicos, no sólo del inmobiliario.

Desde MacroVistazo siempre hemos dicho que el ajuste de la economía española, al carecer de control sobre sus tipos de cambio y de interés, se debía hacer a través del coste de los factores productivos, fundamentalmente del coste del trabajo. El Ejecutivo, que parece que está paralizado y superado por los acontecimientos, es incapaz de reducir los costes de seguridad social y otros impuestos a las empresas, dejando como única via de ajuste los costes salariales. Y al ser en España los salarios totalmente inflexibles a la baja (por culpa, fundamentalmente, de nuestro sistema de negociación colectiva), se provoca el actual aluvión de parados que mes a mes inundan las oficinas del INEM. Los que mantenemos nuestro empleo pensamos que el tema no va con nosotros hasta que nos toque la china.

En el ABC de hoy González-Páramo decía, con más razón que un santo, que son poco compatibles las actuales cifras de paro con las subidas de salarios que actualmente todavía se registran. Si los costes deben disminuir, bajas la masa salarial o despidiendo y manteniendo sueldos a los que se quedan o bajando los salarios, no hay más alternativas; lo curioso (e inmoral) es que los que se quedan cobren más, como quieren los sindicatos, con su objetivo de subidas del 2% (otors que no se enteran).

España lo tiene negro de verdad, como dice nuestro admirado Evans-Pritchard en su artículo de hoy del Telegraph. A pesar de la bajada de tipos del BCE de esta semana, al 1,50%, el euribor año se mantiene en el entorno del 2% (más manipulado que una elección venezolana, por cierto, pues sigue sin haber operaciones reales y significativas en el interbancario ), lo que, teniendo en cuenta el IPC de febrero al 0,7% interanual, deja los tipos reales en el entorno del 1,3%. Nada que ver con los tiempos heróicos del euribor al 2% y la inflación al 4%, cuando con tipos negativos nos endeudábamos como locos. Ahora es cuando necesitaríamos de verdad tipos negativos, y pasta para todos en el sistema, como hicieron los japos o están empezando a hacer en el Reino Unido con su quantitative easing.

La "debt deflation" continúa su proceso, a pesar de voluntarismos bancarios o de organismos públicos tipo ICO. Es inevitable, no tiene sentido invertir más cuando lo que hay que hacer es reestructurar la deuda pasada y adaptar la capacidad a las nuevas expectativas. En nuestro amado sector bancario, parece que el baile ya ha empezado, aunque al revés que en la vida real la primera en bailar ha sido la más fea, la CCM, de la que ya conocíamos por un amigo que abandonó la Entidad desde hace más de 4 años el tufo a podrido que desprendía.

Seguimos yendo a peor. Necesitamos reformas estructurales urgentemente, dejar más liquidez en manos de las familias, ajustar nuestro gasto a nuestros ingresos, recuperar la confianza. Todo esto es muy difícil de conseguir por el momento, sin política monetaria ni de tipo de cambio, si no arrimamos el hombro entre todos para crear las condiciones necesarias para que ocurra, empezando por el gobierno y pasando por la actitud y el trabajo de todos y cada uno de nosotros. Seguiremos comentando la jugada.

domingo, 15 de febrero de 2009

La deflación ya está aquí

Uno de los temas de moda de las últimas semanas en los medios nacionales es la posibilidad o no de que la economía española pueda entrar en deflación. La evolución de la inflación en los últimos meses, en particular desde que el pasado julio se alcanzara el record de 147 usd en el precio del petróleo, ha sido absolutamente radical en su descenso, llegando en el mes de enero al 0,8% interanual. El País Negocios de hoy dedica su tema de portada a este asunto, sin definirse claramente sobre la posibilidad de que podamos entrar en deflación, pero dejando bien expuestas las negativas consecuencias que para toda economía supone entrar en una espiral deflacionista. Esta semana en el New York Times hemos leído un fantástico artículo sobre la década perdida japonesa, los efectos de la deflación y las formas de abordarla, formas que, por otra parte, no tiene mucho que ver con las, a pesar de todo, tímidas medidas que ahora se están utilizando.

En MacroVistazo siempre nos ha llamado la atención la forma tan olímpica con que se tiende a despreciar la evolución del precio de los activos, en especial de un activo fundamental como es la vivienda, en comparación con los precios de los bienes de consumo. En los momentos en que en España teníamos tipos de interés negativos, con el euribor año en el entorno del 2% y la inflación por debajo del 4%, todos estábamos tan contentos por tener el IPC controlado, mientras que la vivienda crecía, al igual que el crédito, a tasas superiores al 20% anual. Nada pasaba, pues el efecto riqueza generaba prosperidad, los pisos nunca bajaban, era mejor comprar hoy que mañana, los bancos batían records de beneficios año tras año, el Estado batía los de recaudación y todo iba bien: un ciclo virtuoso de prosperidad.

Y a nadie le preocupaba que en este ciclo estuviese el germen del mal, el origen de nuestras actuales penas: un crecimiento exagerado del crédito, financiado con dinero extraño, que distorsionó absolutamente el mercado inmobiliario y del suelo y que hipertrofió al sector bancario.

Ahora, con año y medio de vacaciones en los mercados internacionales de dinero, con el crédito creciendo casi plano, nos encontramos en el inicio de la situación contraria, incluso en el mercado del suelo podemos decir que ya llevamos un año largo de paralización. No hay crédito, y sin crédito no hay operaciones ( o bien podríamos decirlo al revés). Y sin operaciones, con el mercado paralizado, no hay más remedio que esperar a que oferta y demanda se igualen y los precios se ajusten dramáticamente a la baja.

¿Y qué es esto sino deflación, deflación en el precio de los activos, que provoca un "efecto pobreza" en los propietarios, que hace que la deuda sea superior en muchos casos al valor de los activos que la respaldan (los americanos utilizan un término para esto, estar "underwater", que nos encanta), que desincentiva la realización de operaciones en espera de mejores precios, que paraliza la nueva inversión, que hunde a los bancos al crecer su morosidad, que hace que el estado disminuya alarmantemene sus ingresos fiscales...

Y en estas estamos. Es tan importante la evolución del precio de los activos como el de los precios al consumo, pero en la práctica, en las estadísticas, sólo cuenta éste. Y el efecto negativo que la caida de la demanda puede tener en el IPC en los próximos meses tendrá como origen la bajada del precio de los activos, la deflación que ya existe y que seguirá creciendo, y que será la que al final haga aparecer a la otra deflación, la que ahora comentan nuestros periódicos.

domingo, 25 de enero de 2009

RBS, R.I.P.

Esta semana se ha publicado una noticia que aquí en España ha pasado prácticamente desapercibida en nuestra prensa, pero que en MacroVistazo creemos que es muy significativa; hablamos de la publicación de las pérdidas de 2008 del Royal Bank of Scotland, el omnipresente RBS, que el año pasado ha perdido 28.000 millones de libras: las mayores pérdidas jamás presentadas por una compañía británica.

RBS ha sido en los últimos años uno de los principales animadores del mercado español de sindicados, gracias a la profesionalidad de su equipo, a su capacidad financiera y a su dinamismo. La capacidad de respuesta a la aprobación de operaciones, con sus comités de riesgos casi contínuos, y el afán de hacer cifra y liderar el mercado de su equipo directivo hacían su posicionamiento casi inalcanzable para la mayoría de los bancos españoles.

En MacroVistazo tuvimos la oportunidad, allá por 2004-2005, de codirigir un par de operaciones con gente de RBS, y tenemos un elevado concepto de su gente. Tenían recursos, financieros y humanos, inagotables, gran capacidad de trabajo y elevados conocimientos: nosotros fuimos siempre a remolque de ellos, aprendiendo, como aprendíamos también de los abogados que asesoraban las operaciones por parte de bufetes como Linklaters o Clifford Chance.

Recordamos a un personaje que era prácticamente una leyenda, el Director de Sindicaciones del Banco, del que decían que vivía en un castillo en Escocia y que era capaz de decidir sin equivocarse sobre el éxito y el pricing de cualquier deal sobre la marcha. También recordamos, con cierta preocupación por lo que haya sido o vaya a ser de ellos, a amigos como Javier o Nacho, y a muchos otros "currantes" de verdad.

Tanto crecimiento, tanta adquisición sin freno y la ambición sin límites de su dirección han hecho que RBS esté a día de hoy participado en un 70% por el gobierno británico, y que sus acciones prácticamente no valgan nada.

La cifra de pérdidas presentadas es inconcebible: 30.000 millones de euros, cinco billones (de los nuestros) de pesetas. Sólamente pensarlo da escalofríos, y esto nos recuerda las distintas formas en que la banca anglosajona y la nacional están enfocando la crisis.

Hasta el momento, ninguna entidad nacional ha presentado pérdidas, y no se espera que las presenten (habrá, ya ha habido, bajada de beneficios, muy moderada, en los bancos que han presentado resultados, como Banesto o Bankinter). Continuamos prefiriendo esconder la basura debajo de la alfombra de las daciones y las refinanciaciones antes que reconocer la pestilente situación de bastantes de nuestros riesgos. Y no vendría mal un ejercicio de sinceridad, una superdotación de provisiones que redujera significativamente los beneficios.

El no hacerlo en 2008 llevará a que en 2009 la cifra aflore sin poder evitarlo; este va a ser, como ya hemos dicho, un año decisivo para nuestro sistema financiero.