jueves, 22 de septiembre de 2011

This Is An Emergency

Estoy en este momento trabajando un rato en mi MBA y con mi iPod sonando en modo "random" y, con una absoluta precisión al interpretar la realidad de hoy, ha escogido la canción de los Pigeon Detectives que lleva el mismo título que este post.

La espiral en la que estamos desde principios de agosto no hace más que acelerarse, y no sé qué es lo que deja un poso más amargo, si la sucesión de malas noticias (el caos en las bolsas por la interpretación de la nueva política de deuda americana, los avisos cada vez más fuertes sobre la mala situación de la banca europea y la necesidad acuciante de limpiar balance y capitalizarlos, las noticias constantemente negativas sobre la actividad, etc.) o la sensación de alarma, negatividad y miedo que nos encontramos todos en nuestras conversaciones diarias con nuestros amigos y colegas.

La situación de nuestro sector bancario no ha hecho más que empeorar en los últimos meses (ausencia de financiación, cierre de mercados, desapalancamiento general, carencia de proyectos de inversión, refinanciaciones que ya no aguantan más...), y la constatación de que nuestros activos cada vez están más necrosados (como decía un admirado viejo colega, ya jubilado) nos lleva a la certeza de que algo importante va a pasar, que alguien va a pegar el puñetazo en la mesa y que unos cuantos miles de puestos de trabajo (¿50.000, un tercio de los actuales?) se van a volatilizar, al igual que el valor de los suelos o edificios en construcción que sirven de garantía colateral a nuestra enorme cartera de créditos lo está haciendo día a día, hasta llegar a cero...

Quien va a ganar aquí, no lo se; sólo se que se ha pasado ya el tiempo de la indecisión, del esperar y ver, de los vendemantas y aprovechados que han infectado nuestras estructuras de mando y que no son capaces de reconocer una realidad distinta, radicalmente diferente a todo lo conocido en estos últimos 50 años: sin ideas, anteponiendo los intereses personales a los de la sociedad o los empleados que diriges no llegaremos nunca a ningún puerto seguro.

Es tiempo de ponerse a cubierto, de seguir luchando para esperar lo mejor pero prepararse para lo peor: This is an emergency.