domingo, 18 de mayo de 2008

El PIB se desvanece

Esta semana el dato más importante que ha aparecido es el PIB del primer trimestre, que ha resultado ser del 0,3% trimestral, lo que, desde el punto de vista prospectivo, que es lo que interesa, lleva a que este año sea difícil que superemos el 1,5% anual, contando con el tirón del verano.

En contraste, Alemania ha crecido un increible 1,5% ¡trimestral!, cifra que, por sorprendente, nos deja intrigados hasta comprobar si esta cifra se va confirmando en los próximos meses o si ha sido sólo un espejismo.

Lo más preocupante es que ni el petróleo (que ya ha tocado los 127$) ni los tipos de interés (el euribor año a 4,99% el viernes 17) dan sensación de relajamiento, lo que sitúa cada vez más a nuestro querido BCE en posición de ataque.

Por el momento, aquí no se nota que cambie nada; seguimos con nuestras refinanciaciones, nuestros concursos y la habitual sensación de problemas sin resolver.

Hablando de solución de problemas, hoy en el "Negocios" de El País, José Luis Feito da algunas pistas de por dónde tienen que ir los tiros para pasar el trance en el que ahora nos vemos: por fin leemos a alguen que se moje de verdad, sin citar las manidas frase del cambio de modelo, el aumento de productividad y otras vaguedades al uso.

Feito dice claramente que lo de la educación y la tecnología está bien para dentro de unos años, pero que para notar su influencia en la actividad deberán pasar unos cuantos años; de momento, debemos empezar por mantener el potencial de nuestra economía funcionando de la forma más elevada posible, y eso pasa por reducir el impuesto de sociedades y las cotizaciones sociales, elevar la inversión pública en infraestructuras, por los beneficiosos efectos directos e indirectos que conlleva, y controlar e incluso reducir el resto de gastos públicos.

Y, sobre todo, soportar el ajuste elevando nuestra productividad via salarios, con dos alternativas: si mantenemos los actuales sueldos, deberán trabajar menos personas para producir lo mismo, o bien, trabajando los mismos, debemos ganar menos dinero individualmente para poder ser más competitivos, con lo complicado que resulta en este país convencer a la gente de lo pernicioso de indexar los salarios al IPC.

En resumen, una solución a la alemana, que en los últimos años nos ha ganado un 30% de competitividad por esta vía, gracias al pacto social firmado, algo impensable aquí con la forma de enfocar la realidad que tienen nuestros sindicatos.

Lo hemos dicho muchas veces: no tenemos política monetaria (jugó en nuestra contra en la expansión, con tipos de interés reales negativos durante años, y juega en nuestra contra ahora, impidiéndonos reactivar el cotarro con tipos bajos, estilo USA) ni controlamos nuestro tipo de cambio (como UK o USA, que reactivan sus sectores industriales via exportaciones abaratando sus monedas), por lo que el ajuste sólo se puede hacer "a la alemana", es decir, con sangre, sudor y lágrimas.

No hay comentarios: