domingo, 20 de enero de 2008

Banca en 2008

En estos días en que se han comenzado a publicar resultados de 2007 nos viene a la cabeza plantearnos cómo se va a desarrollar este 2008 que a priori se presenta tan complicado. El punto de partida en este ejercicio que acabamos de estrenar podemos considerarlo como un máximo, un punto de inflexión después de muchos ejercicios de beneficios record, año tras año; 2007 también va a ser un año de beneficios record para todas las entidades, pues las complicaciones del último cuatrimestre no han vencido a la inercia de un ejercicio que presentó un fuerte "momento" en su primera mitad.

Para este año, la cosa es bien distinta. Todos los bancos se han esforzado en pasar de ejercicio las situaciones complicadas y posiblemente irresolubles (ejemplo impecable fue el acuerdo de los 38 bancos acreedores con Hábitat, trasladando a finales de enero la novación del préstamo o el planteamiento de la situación concursal en caso de falta de acuerdo), manteniendo así unos ratios de morosidad admisibles, con crecimientos moderados sobre la tasa publicada en 2006, que es con la que se va a comparar. Aun así, la morosidad se va a incrementar; actualmente no son extraños los crecimientos de su valor absoluto por encima del 50% interanual, con lo que, en las próximas presentaciones trimestrales de resultados de este año, se van a hacer públicos fuertes incrementos de esta tasa.

Y es que ahora mismo hay dos componentes que preocupan bastante a todos los que tienen que ver con la industria del crédito; se notan fortísimas tensiones en todo el espectro de compañías promotoras, grandes y pequeñas (aunque las grandes asusten más, por la magnitud de su deuda, como es el caso de Colonial, Astroc, etc.) , y se está empezando tambien a registrar con mucha fuerza un aumento de la morosidad de los particulares, con muchísimos préstamos hipotecarios de 90, 150, 200.000 euros (clase media) con tres cuotas incumplidas (premorosos) y fuertes dificultades por parte de la red, que es la que tiene contacto directo con este tipo de cliente, para conseguir cubrir las posiciones.

Esto comienza a ser importante en un momento en el que el denominador del ratio de morosidad apenas crece, lo que lleva a que el resultado final sea aun peor; no hay que olvidar que en estos años la morosidad se reducía no por la bajada de la cifra de morosos, sino por el vigor que presentaba el crecimiento del total de créditos concedidos.

En otro orden de cosas, parece que aún no se vislumbra la normalización de los mercados de titulizaciones y emisiones variadas, lo que lleva no solo a que persista la actual situación de paralización en la concesión de crédito, sino que además en algunas entidades con problemas para cuadrar su balance se esté obligando a ciertos clientes a reducir o cancelar operaciones que en circunstancias normales se hubiesen mantenido. Esto, por lo que sabemos, afecta a todo tipo de sectores, y, cómo no, en especial al inmobiliario.

Para entidades sin especiales problemas a la hora de presentar resultados, es decir, para las cajas de ahorros, que no tienen accionistas a los que satisfacer, la situación actual les llevará a sanear su cartera de crédito, crecer en pasivo y reducir su inversión, sin temor a bajar su beneficio final, pues tienen como excusa el contexto actual para limpiar sus telarañas sin presiones.

En cuanto a la banca comercial, lo tiene peor, pues la costumbre de estos años de batir records de beneficios ejercicio tras ejercicio les obliga a buscarse las habichuelas más activamente. La competencia en ciertos sectores va a ser a degüello (pymes y particulares solventes), y los esfuerzos por limpiar cartera de crédito sin que se note demasiado van a complicar la vida a sus gestores. Bien me temo que el ejercicio 2008 va a suponer resultados inferiores a los de 2007; el contexto económico no va a ayudar demasiado, y la caida de algún que otro cliente de envergadura puede repercutir de forma sonora en las cuentas de resultados.

Algo de esto se huele el mercado, considerando las escandalosas caidas de cotización de la mayoría de las acciones bancarias que hemos tenido en los últimos días. Muchos se quejan, echándole la culpa a la banca de inversión americana (Citigroup, Meorgan Stanley) o las agencias de rating (Standard & Poor's), que han publicado sonados informes sobre la complicada situación bancaria española, cargando tintas contra los bancos medianos.

En el Expansión del fin de semana se quejaban de la hipocresía que supone, para entidades que están atravesando momentos críticos con las subprime, cargar tintas contra el sector bancario español, que se ha librado tan airosamente de ese virus; nosotros pensamos que una cosa no quita la otra: puedes estar al borde de la quiebra por tus ruinosas y fraudulentas inversiones financiando a los homeless americanos y tambien tener razón a la hora de advertir de los riesgos del sector bancario español en relación con el inmobiliario patrio, que tantas alegrías nos ha dado estos años, con el que hemos crecido nuestros balances de forma espectacular y al que hemos breado a comisiones e intereses para financiar sus compras.

Los "pers" de la banca española están en cifras de saldo, lo que puede suponer una buena oportunidad de compra, si no fuera porque puede que estén bajos por un bajo "price" o por unas futuras menores "earnings". Nos tememos que por ahí pueden ir los tiros en este 2008.

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